Concierto de Iron Maiden en Lima Peru

(Rockum)-

“...Sabemos de gente que ha llegado hasta aquí desde Ecuador y Perú.  Queremos que sepan que ustedes son parte de la familia de Iron Maiden, y que esperamos estar en la próxima gira en sus países...”


 


Cuando Bruce Dickinson pronunció estas palabras el 9 de marzo del 2008 en Santiago de Chile, las tomé mas como un gesto amable hacia los fans que recorrimos miles de kilómetros para ver a la doncella de hierro, que como una promesa que podríamos ver realizada.  No imaginaba que un poco mas de un año después, iba a tener de nuevo en frente mío a la banda de Heavy Metal mas grande del planeta, como parte de la misma gira, en uno de sus mejores momentos y lo mejor, con casi 40 mil compatriotas gritando enloquecidos en nuestro Estadio Nacional.


 


Lo que hasta hace unos años sonaba a disparate, se cumplió.  Los rostros de las personas que estuvieron el 26 de marzo en el Nacional eran mas elocuentes que cualquier cosa que alguien pueda escribir.  Esperas que se cuentan por décadas, generaciones unidas en nombre de un ícono de la música, lágrimas de felicidad como las de quien cumple un sueño de toda la vida. Porque eso ha sido este concierto, la culminación de un gran sueño.  Una explosión atronadora que no hizo más que confirmar que todos esos años de lealtad y recuerdos asociados no son años desperdiciados.  Como dice la canción.


 


Entre erróneos rumores de que ya se encontraban en el Cusco, Iron Maiden llego a Lima en el Ed Force One piloteado por Bruce Dickinson el 25 de marzo a las 14:30.  Los cientos de fans que esperaron durante horas la salida de los legendarios músicos solo consiguieron ver a Lauren Harris y a su banda.  Mientras, Dickinson, Steve Harris, Dave Murray, Adrian Smith, Nicko Mc Brain y Janick Gers salían por la base de la polcía aérea con rumbo a su hospedaje en el Swissotel de San Isidro, donde ya estaba apostado un contingente de headbangers con la esperanza de una foto, un autógrafo o un saludo de los ingleses.


 


En el Estadio Nacional, la cola para el ingreso al concierto estaba instalada desde el día anterior a las 19 horas, dos días antes del concierto.  Gente del interior del país y algunos locales acampaban en espera del evento.  Una inusual cobertura de los medios masivos matizaba las largas horas de espera.  Es comprensible, pues nunca se ha visto en el país muestras de fanatismo tan grandes como las que Iron Maiden despertó.  Las entradas a la zona mejor posicionada del concierto se vendieron en pocos días de ser puestas a disposición del público y se organizaron muchos tributos y reuniones por y para fanáticos.  La prensa comenzaba a hablar de “maidenmanía”.


 


Lima amaneció soleada el jueves 26 de marzo.  La cola ya era de cientos de fans hacia las 11 de la mañana, y seguían llegando.  Reencuentros de gente que no se veía hace mucho tiempo, pero que la pasión por Maiden volvió a unir, fueron habituales durante la espera en la cola. Amistad, camaradería, son sentimientos comunes para quienes amamos de esto, un espíritu de cuerpo que poquísimos generos musicales pueden preciarse de generar.  No importaba el insoportable calor ni el agotamiento, Iron Maiden ya estaba en Lima y era cuestion de tiempo verlos tocar.


 


El estadio fue llenándose y los cánticos calentaban el ambiente.  Con algo de retraso M.A.S.A.C.R.E. inició el show.  Una performance sólida, con un Adrían del Aguila muy enchufado y la presencia del primer vocalista de la banda Miguel Ángel “El Loco” Cervantes, quienes encendieron al público que en gran número coreó los temas.  Aparte del gran desenvolvimiento sobre el escenario de los vocalistas, el bajista Miguel Tuesta hizo tambien gran show, pero Coqui Tramontana y Jaqo Sangalli estuvieron tiesos en sus lugares, desluciendo un poco a la banda.  Los mejores momentos de la presentación de M.A.S.A.C.R.E. fueron los temas “Brutalidad” y el clásico “El Hechicero”, con la participación del Loco Cervantes.


 


Luego de una rápida transición la preciosa Lauren Harris saludó al público.  Una banda sólida, con bastante escenario y música divertida, pero que lamentablemente se vió deslucida por la insufrible voz de la hija del gran Steve Harris.  No cabe duda que no habría forma de que la niña destaque o sea tema de conversación por sí sola.  Esperemos no verla de nuevo cantando.  Luego del aburrido trance al que nos sometió la linda Lauren, comenzó la verdadera espera. Unos eternos minutos nos sepraban del mejor momento del rock en el Perú.  Los cánticos ahora echaban mas leña al fuego.  Entonces comenzó:


 


“Doctor doctor, please,
Oh the mess I'm in
She walked up to me
And really stole my heart
And then she started
To take my body apart “


 


La canción de UFO “Doctor, Doctor”, como en toda la gira,  nos indicaba el inminente comienzo del show.  El video introductorio arrancaba inmediatamente con “Transilvania” de fondo.  Lo que vino luego heló la sangre de las miles de almas que abarrotaron el Nacional.  Winston Churchill nos decía solemne que debíamos luchar con gran confianza y gran fuerza donde fuese que estemos y que nunca debemos rendirnos.  Era el famoso “Churchill's Speech”, que antecedía a “Aces High” como hace 24 años en aquel glorioso disco “Live After Death”.


 


Iron Maiden salió como una máquina de demolición.  Impecables, inmensos, aguerridos.  El tiempo no pasa para ellos.  Bruce Dickinson con la voz en perfectas condiciones demostrando porque es el mejor frontman de la historia del Metal, gritándole en la cara hasta el último espectador en el extremo del estadio que Iron Maiden había llegado y estaba a punto de hacer que cada centavo, cada minuto, cada año y cada vivencia eran un precio muy pequeño comparados con la grandeza que estábamos comenzando a vivir.


 


El inmortal Steve Harris apuntaba amenzante con su hacha de guerra en galopante ritmo, mientras la elegancia de Dave Murray contrastaba con la agresividad de Adrian Smith. Un hiperactivo Janick Gers se robaba el show con su dominio escénico y de la guitarra, sin errar una sola nota pese a todo el movimiento q hacía y completando a la bestia, el gran Nicko Mc Brain con la contundencia y carisma que lo caracteriza, atacaba los tambores.


 


Clásico tras clasico fueron coreados.  La aclamación peruana abrumó a los británicos en muchos momentos, cosa que rescato con mucho orgullo.  El setlist irrepetible nos llevó por los primeros álbumes de la bestia hasta el “Seventh Son of a Seventh Son” y ademas incluyó un infaltable “Fear of the Dark” en uno de los momentos mas impresionantes de la noche, cuando Lima demostró pertencer al nucleo duro de fanatismo de Iron Maiden, cumpliendo con todas las tradiciones tácitas del público hacia la banda.


 


Impresionado por la respuesta del público, un agradecido Dickinson prometió volver a Lima cuando un nuevo disco esté en las calles, en el 2011.  Una promesa significativa en muchos aspectos, ya que confirma que, pese a los ignorantes que presagiaban un retiro de la banda, tenemos Iron Maiden para rato.  La locura era generalizada, al punto que ya a nadie le importaba ciertos incumplimientos por parte de la organización, como la ausencia de pirotecnia (debida a problemas típicos con los infelices de la Aduana) y la puesta en escena completa , que incluía a un Eddie gigante de 7 metros. El concierto estaba llegando a su fin, el tema “Iron Maiden” ponía el marco preciso para la presencia de un Eddie en versión cyborg, como en la gira del Somewhere in Time, destando mas euforia en el público, que aclamaba a la mascota como un miembro más de la banda. Una visión con la que muchos soñaron de niños se hacía realidad.  Maiden desapareció del escenario para regresar en el encore con “The Number of the Beast” y luego despedirse de un público totalmente agradecido, bañado en sudor y lágirmas de satisfacción con “Sanctuary”.


 


Tratar de hacer una reseña de un evento de esta naturaleza es muy difícil.  Explicar los sentimientos y la pasión que genera Iron Maiden en su fanticada es entrar en el terreno de la subjetividad en una tarea imposible.  Si no te gusta o no conoces a Iron Maiden no tendrás idea de lo que vivimos casi 40 mil personas el jueves.  Esto es mas que música, señores.  Esto es mas que una banda.  Esto es la reivindicación de una hermandad que nunca dejó de luchar, pese a que la esperanza se había esfumado con las oportunidades y el dinero.  Tercos como nosotros sólos, nunca bajamos los brazos y cuando vimos cumplido el anhelo, para muchos de infacia, solo nos quedó regodearnos en nuestro orgullo y hacerles sentir a esos seis ingleses malditos todo nuestro agradecimiento.  Lo más fuerte posible.


 


Como me decía un amigo, de ahora en adelante se hablará de un antes y después de Iron Maiden.  La misma banda resaltó el hecho de que había sido el concierto de rock mas grande en la historia del Perú, en asistencia y trascendencia.  Imposible no estar orgulloso, imposible borrar la sonrisa del rostro.  Verdaderamente, gracias a Iron Maiden, nos damos cuenta que estamos viviendo nuestros años dorados. 


 


Como dice la canción.


 


Oscar Soto
Rockum RAdio



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